A las 21:21 PST del domingo 16 de noviembre (00:21 EST del lunes 17), desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California (Estados Unidos), despegó a bordo de un cohete Falcon 9 el nuevo satélite Sentinel-6B. Se espera que permanezca operativo al menos hasta 2030, uniéndose a su satélite gemelo, Sentinel-6 Michael Freilich, lanzado cinco años antes.
El Sentinel-6B es un satélite de observación de la Tierra y los océanos diseñado para medir con alta precisión el aumento del nivel del mar, la altura de las olas y otros parámetros oceánicos esenciales. Al combinar estas mediciones con datos atmosféricos, la misión permitirá mejorar los pronósticos meteorológicos, en especial aquellos asociados a fenómenos costeros y eventos extremos.
Gracias a sus capacidades de observación de alta resolución, el satélite entregará información clave para la gestión del riesgo de desastres, desde mapas de amenazas costeras hasta herramientas para la preparación ante emergencias. Estos datos serán fundamentales para proteger la infraestructura costera y a los más de 900 millones de personas que viven en zonas litorales en todo el mundo.
Según EUMETSAT, “al cartografiar hasta el 95 % de los océanos libres de hielo cada 10 días, el Sentinel-6B proporcionará datos cruciales sobre corrientes oceánicas, altura de las olas y velocidad del viento. Además, ampliará un registro único de más de 30 años de observaciones precisas del nivel del mar, fundamental para comprender el cambio climático” (EUMETSAT, 14 de noviembre de 2025).
Además de su aporte al monitoreo marino, la misión contribuirá al seguimiento de aguas continentales, permitiendo medir niveles de ríos y lagos, modelar caudales, predecir inundaciones y evaluar sequías con mayor exactitud.
Esta misión es cofinanciada por la Comisión Europea, la Agencia Espacial Europea (ESA), la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT) y Estados Unidos, a través de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). La Comisión Europea aportó financiación, mientras que el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia proporcionó la asistencia técnica. EUMETSAT opera el satélite y proporciona los datos a los usuarios.
El lanzamiento de Sentinel-6B marca un paso significativo para reforzar la observación global, mejorar la comprensión del cambio climático y fortalecer las capacidades de respuesta ante amenazas naturales, consolidando más de tres décadas de cooperación internacional en beneficio del planeta.
Créditos imágenes: NASA







