La misión Copernicus Sentinel-1 continúa ampliando su alcance con el lanzamiento del satélite Sentinel-1D, que se suma a los ya operativos Sentinel-1A, 1B y 1C. Esta constelación, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en el marco del programa Copernicus de la Unión Europea, proporciona imágenes de la superficie terrestre en cualquier condición climática, tanto de día como de noche.
El Sentinel-1D, lanzado el 4 de noviembre de 2025 desde el puerto espacial de Kourou, Guayana Francesa, a bordo de un cohete Ariane 6, alcanzó su órbita tras 34 minutos de vuelo y emitió su primera señal a las 23:22 CET, confirmando su correcta comunicación con la Tierra. Su avanzada tecnología será clave para el monitoreo del hielo marino, glaciares y derrames de petróleo, además de fortalecer la vigilancia marítima mediante su receptor del Sistema de Identificación Automática (AIS), capaz de rastrear embarcaciones incluso cuando no transmiten señales.
La directora de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Simonetta Cheli, destacó la relevancia de esta nueva etapa:
«Este lanzamiento a bordo del Ariane 6 es importante para la ESA, ya que completa la misión Copernicus Sentinel-1: pronto, el Sentinel-1D entrará en servicio y estará plenamente operativo, junto con el Sentinel-1C. La continuidad del servicio que esto proporciona al programa espacial de la Unión Europea es vital para abordar los retos globales a los que nos enfrentamos. Los ciudadanos se beneficiarán de la contribución de esta misión al conocimiento científico de nuestro medio ambiente, al proporcionar datos de radar precisos, fiables y aprovechables sobre los movimientos de nuestras capas de hielo, nuestros ecosistemas forestales, los movimientos del terreno y mucho más» (ESA, 4 de noviembre de 2025).
Tras su fase de calibración, el Sentinel-1D reemplazará al Sentinel-1A, operativo desde 2014 y que ha superado su vida útil prevista. Los Sentinel-1C y 1D operarán en órbitas opuestas, separadas por 180°, lo que permitirá optimizar la cobertura global y la entrega continua de datos. Además de capturar imágenes de alta resolución, la misión refuerza la detección y el seguimiento de embarcaciones en zonas marítimas, entregando información sobre identidad, ubicación y trayectoria.Con la incorporación del Sentinel-1D, la misión Copernicus Sentinel-1 consolida su posición como una de las herramientas más avanzadas del mundo para la observación continua de la Tierra, fortaleciendo la capacidad europea de respuesta ante desafíos como el cambio climático, la gestión de recursos naturales y la seguridad marítima. Su puesta en órbita representa un nuevo hito en la cooperación científica internacional y en la generación de conocimiento abierto al servicio de la humanidad.





Créditos Imágenes: Agencia Espacial Europea (ESA) y Copernicus EU (2025).



